Exposición "Adela Banegas, pintora. Una mujer fuera de su tiempo " en Ojós

Exposición  "Adela Banegas, pintora. Una mujer fuera de su tiempo " en Ojós

Adela Banegas Buitrago

Adela Banegas Buitrago nació en 1901, en Bilbao, fruto de la unión de Adelaida y Benito, comerciante de frutas. Adela tuvo 8 hermanos.

En 1910, con 9 años, se trasladó a Carcagente (Valencia) y allí fue donde inició su carrera pictórica recibiendo clases de dibujo en un Convento de Monjas. Esas primeras pinceladas fueron las que la encaminaron a una vida dedicada a la pintura.

Durante su juventud vivió también en Madrid y Aranjuez y pasó algunas temporadas estivales en Hellín (Albacete).

En  1922, con 21 años, se trasladó a Madrid y fue copista de cuadros de otros artistas en el Museo de Arte Moderno, donde recibió el reconocimiento del pintor José Benlliure (hermano del famoso escultor, Mariano Benlliure).

También recibió clases de pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

En Junio de 1931 y en Mayo de 1935 realizó exposiciones en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y su Presidente, Julio Moisés, se mostró sorprendido ante la belleza de sus lienzos. Se  publicaron varios artículos en el periódico ABC donde la calificaron de notable artista con vigorosa personalidad, discípula del pintor Santiago Rusiñol.

A lo largo de su carrera profesional realizó varias exposiciones en Murcia, Molina, Alicante y Madrid.

Durante la década de los 30, Adela ya pasó temporadas en Ojós (Murcia), pueblo en el que tuvo su vivienda el resto de su vida. Ojós fue fuente de inspiración de un importante número de obras.

Se casó con Máximo Marín Moreno, y en 1940 nació su único hijo, José Luis. Adela reanudó su vocación pero topó con las dificultades de la posguerra.

Adela solía pasar temporadas en Madrid, normalmente de noviembre a marzo, volviendo a  Ojós para pasar el resto de meses atraída por la tranquilidad y belleza de sus paisajes.

Su casa siempre estaba abierta a todo el mundo, era una mujer dialogante, de mente joven, le gustaba rodearse de gente y enseñar a pintar a toda persona, niño o mayor que fuese a consultarla. Era raro que quien visitara su casa no saliera de ella con un boceto o promesa de regalo, de ahí su generosidad.

Adela era una persona muy adelantada para la época en la que vivió. Le gustaba estar informada de la actualidad y disfrutaba mucho de las conversaciones de actualidad y cultura con sus amigos y familiares.

Adela decía que sus colores preferidos eran todos los del arcoíris,  pero que los colores que más utilizaba eran el carmín, el amarillo y el verde esmeralda; su pincelada grande, ágil, vigorosa, con fuerza, de gran temperamento y pasión donde reflejaba perfectamente a la Naturaleza.

Sus preferencias pictóricas eran Van Gogh, Monet, Zuloaga y Goya y le gustaban todos los estilos, desde la pintura figurativa a la abstracta o el estilo naif.

En los últimos años de su vida pintaba poco, pero especialmente lo hacía cuando estaba en Ojós.

Adela falleció el 20 de Julio de 1993 en Madrid y descansa en paz en Ojós, el precioso pueblecito que en tantos cuadros plasmó y en el que pudo hacer parte de sus sueños realidad.