Descripción

Es una de las más bellas muestras de la arquitectura ecléctica de la ciudad. Su portada y gran parte de su interior datan de 1885, con diseño del maestro lorquino Manuel Martínez. Destacan por su atractivo: el hall de entrada, con lucernario, la escalera de mármol, dos esculturas de fundición que sirven de monumentales lámparas y el salón de baile que fue realizado entre 1915 y 1916 dentro de una estética ecléctica. Las tallas y otros elementos decorativos son obra del lorquino Emilio la Torre, las pinturas de las paredes son de Luis Tornero y Sánchez Carlos, alegóricas del teatro, la danza, la música y el triunfo del amor. La pintura del techo es de Francisco Cayuela.

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