La Casa de la familia Saavedra, construida a principios del siglo XX, popularmente conocida como Casa Amarilla, es un ejemplo de los elementos arquitectónicos que se van a añadir como nuevas residencias al paisaje alhameño integrada plenamente en la huerta de aquellos años. Se encuentra situada frente al Jardín de los Mártires, jardín realizado a principios de los años cincuenta imitando los distintos tipos de columnas y capiteles del mundo clásico. Conserva parte del huerto que la rodeaba.