Las Viejas dificiles de Carlos Muñiz

Carlos Muñiz y Las viejas difíciles
Al madrileño Carlos Muñiz (1927-1994) se le conoce, sobre
todo, por El Tintero, obra representadísima por los grupos
universitarios de los años sesenta. Pero antes fue licenciado
en Derecho y funcionario del Ministerio de Hacienda.

En 1966,
escribió Las viejas difíciles que hoy presentamos ante ustedes.
En la productiva flor de los 40 estaba entonces el autor.
Monleón lo situó en la “generación realista” y Francisco Ruiz
Ramón, en su Historia del teatro español contemporáneo,
etiquetó sus obras como teatro de la “denuncia y la protesta”.
José María Rodríguez Méndez constata en su necrológica (El
País, 11/11/1994) que, aun considerándolo “autor teatral de
cuerpo entero”, le hizo mucho daño cara a la posteridad, el
haber escrito guiones y adaptaciones para radiotelevisión
española, así como guiones cinematográficos del tipo Los
chicos con las chicas (1967), aquella, vetusta hoy, película de
Los Bravos.
En nuestras Viejas difíciles vamos a observar a una vieja pareja
–treinta y siete años de novios, perdida ya cualquier esperanza
de futuro, pero negándose a renunciar a ello– perseguida y
aplastada por el mundo hipócrita que representan ciertas
damas que hacen de una absurda moral su bandera. Pero no
es sólo su doble moral lo que decide: esas damas detentan
silenciosamente el poder, abren y cierran puertas, suben y
bajan salarios, otorgan o niegan ascensos, condenan o premian
aquiescencias, dejando constancia de ello en su “Libro de
Castigos”. Para esta clase opresora no existe la palabra perdón.
De su actualidad, juzgará el espectador.