Semana Santa de Aledo

Aledo

Descripción

Aledo, a pesar de ser un pueblo pequeño, posee una Semana Santa de gran arraigo. Son cuatro las Hermandades existentes en el municipio, "Los Armaos", Nuestro Padre Jesús, la Hermandad de San Juan Evangelista y La Hermandad de La Virgen de los Dolores. La historia de las hermandades de Aledo se remonta siglos atrás, manteniendo y cultivando los habitantes del municipio durante generaciones la devoción y cariño por su Semana Santa, con una amplísima participación de todo el pueblo en cada uno de los actos que se celebran. A las solemnes procesiones, con imágenes de gran belleza y calidad artística, como la Dolorosa de Salzillo, se unen tradiciones centenarias como la protagonizada por "Los Armaos", que con sus marchas de cornetas y tambores, desfilan desde su sede hasta la plaza de la Iglesia antes de los Santos Oficios. Al llegar, la Banda de música de Aledo toca el antiguo pasodoble “El 56” para que los legionarios romanos hagan "El Caracol". Su música, de la que cualquier aledano conoce cada nota, es la encargada de marcar el ritmo de los "Armaos", que en fila, desfilan a lo largo y ancho de la plaza, realizando con el recorrido de esa fila espirales, de ahí el nombre de "El Caracol". Resulta apasionante como a ritmo marcial, los componentes de "Los Armaos" se abren paso entre la gente, con sus atuendos y el colorido de sus plumeros recortado sobre el sol de la tarde. Otra de estas tradiciones, de incalculable valor artístico y belleza musical es la "Noche de la Pasión". Si Aledo es un pueblo de costumbres, es gracias al tesón y dedicación que sus vecinos han puesto en mantener el legado de sus mayores durante generaciones en este medieval municipio. Una de las muestras de dicho legado, conservada desde tiempo inmemorial, es esta noche. Jueves Santo, después de terminar la procesión, músicos de Aledo recorren las esquinas de un pueblo en silencio que dormita tras el intenso día, y en los pequeños rincones de este bello lugar, rompen el silencio con las notas de los instrumentos que mayores y jóvenes, distribuidos en varios grupos, interpretan en las esquinas, en portales, bajo balcones, convirtiendo esta villa en un santuario de pasión y costumbres cuidadas en el tiempo. Por la similitud de lo lúgubre de esta bella pieza -“La Pasión”- que se repite una y otra vez por los rincones durante toda la noche, es muy probable que tenga relación con los Auroros, tan populares sobre todo en la huerta de Murcia, aunque se desconoce a ciencia cierta el origen de esta bella tradición. Finalmente, también reseñable es el último día de la Semana Santa, el Domingo de Resurrección; este día de júbilo, las imágenes de Jesucristo Resucitado, de San Juan Evangelista vestido con manto verde y de la Dolorosa, que espera el "Encuentro con el Resucitado", procesionan desde la iglesia hasta la Plaza de la Diputación, donde, rodeados de aledanos y aledanas con su mejores galas, se encuentran, recordando así  la resurrección de Jesús y el encuentro con Cristo ya resucitado de la madre y Juan, el amigo fiel.  

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