Cientos de miles de visitantes acuden a Caravaca cada año con el único objetivo de divertirse y participar en estas fiestas, que se celebran del 1 al 5 de mayo y que incluyen dos espectáculos únicos en todo el mundo: las fiestas de Moros y Cristianos y los Caballos del Vino.
El primero rememora las luchas que tuvieron lugar en la Edad Media, en la época en la que la localidad murciana era tierra fronteriza con el Reino Nazarí de Granada. Kábilas y grupos cristianos desfilan junto a sultanes y reyes, luciendo sus mejores trajes y levantando al público de sus tribunas a ritmo de espectaculares coreografías y marchas moras.
El 2 de mayo Caravaca vive su día de fiesta más intenso, con la mítica carrera de los Caballos del Vino. Se trata de una competición que hace honor a la tradición, a la fuerza de la naturaleza y a la simbiosis del hombre con el caballo.
Más de 60 peñas compiten en una contrarreloj de velocidad, con sus respectivas cabalgaduras, evocando así el momento en el que un grupo de caballeros cristianos consiguieron romper el cerco impuesto por los moros, portando pellejos de vino para aliviar la sed de los presos en el alcázar.
El atronador sonido de los caballos al galope, la belleza de los mantos bordados, la música y miles de personas de blanco y rojo hacen que la ciudad entera se transforme.
Caravaca de la Cruz (Murcia)