Ya Existía en la población de Ojos durante el siglo XVI una pequeña mezquita, la cual era un edificio angosto, se realizaron reformas para convertirla al culto católico, como la construcción de un retablo de madera y lienzo sobre el que fueron pintadas las imágenes de la Virgen y de los Santos Felipe y Santiago, los cuales en honor de la nueva iglesia. La Orden de Santiago en 1507 ordeno que se hiciese un arco que sostuviese la cubierta para sustituir los antiguos pilares, un sagrario de yeso con sus follajes y una pila bautismal.
Poco después, a causa del aumento demográfico la iglesia fue reedificada, ampliándose, realizadas por el albañil Maestre Pedro. Se amplio un nuevo cuerpo construyendo una nueva arcada y capilla de yesería de la bóveda, cubriendo la parte nueva y vieja con un tejado de madera y blanqueado todo el edificio. Algunos vecinos decidieron realizar sepulturas en propiedad, personas que realizaron sepulturas en 1526 Juan de Ayala, Francisco Melgarejo, Pedro Gaspar, Peñalver y Juan de España.
A lo largo del siglo XVII gracias a un fuerte impulso económico y demográfico registrado en este siglo, se volverá a realizar la una ampliación de la Iglesia San Agustín.
Salvados los difíciles años de la Guerra de Sucesión entre los pretendientes francés y austriaco, y tras el asentamiento en el trono de Felipe V, encontramos en 1721 que la iglesia parroquial San Agustín de Ojós estaba amenazada de ruina con una cubierta mantenida por tres arcos de yeso, un techo y torre en malas condiciones la torre. En el interior se encuentra un retablo pequeño y antiguo con algunas pinturas de diferentes cuadros y un sagrario pequeño. Salvo la capilla mayor no existían otras capillas.
Tan pequeña nacía la nueva edificación, que sobre la marcha intentó el pueblo ensanchar la sacristía y construir dos capillas más; pero a ello se opuso el Infante comendador por su Real Cédula de 10 de octubre de 1771. Por fin, a finales de 1772, la nueva iglesia estaba construida, pues el Obispo de la Diócesis de Cartagena daba comisión al cura teniente de Ojós para que en su nombre procediese a la solemne bendición.
Concluidas las obras, en 1792 se hacía entrega a la parroquia de un órgano musical. Se supone que fue realizado por el maestro organero Miguel Alcarria, quien había construido otro para Villanueva del Río Segura en 1790.
Por lo que a las devociones se refiere, citar a San Agustín como patrono de Ojós, y la devoción a Nuestra Señora de la Cabeza, que tiene un origen muy remoto en la localidad, pues ya en 1626 Beatriz Gaspar dejó en su testamento un real para dicha virgen, y en 1649 Fulgencio Buendía mandó realizar una imagen de la Virgen a su costa, de esta forma, paulatinamente, la devoción de estas advocaciones y el culto a otras fueron tomando un gran incremento en Ojós.
En 1683 aún se decía iglesia de San Felipe y Santiago. En la visita efectuada por la Orden en 1734 se hace constar que el templo se sitúa bajo el patronato de San Agustín; pero en 1738 mencionan la parroquial de las Santos Felipe y Santiago. Y en esta dualidad entre unos patrones y otros, pasaron los años, sin que hasta fecha de hoy nada se haya oficializado.