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Descripción

La orden religiosa de los Carmelitas obtiene una licencia para fundar una iglesia i convento bajo protección Real y del Concejo lorquino en 1742. La edificación se inicia en 1746 y finaliza treinta años después. Se tiene constancia de la intervención de García Campoy y Fernández Alfaro que llevaron a cabo buena parte de sus obras.

Su fachada de dos cuerpos y frontón, muy plana y sencilla, con tres puertas de acceso separadas por pilastras dóricas que ostentan escudos labrados envueltos en rocallas –el central, de la Casa Borbónica reinante, y los otros, el de la Orden Carmelitana y el de la ciudad-. Distinguimos también la imagen del primitivo titular de la iglesia, San Indalecio.

En su interior, rococó en decoración y yeserías, destaca la cúpula de cornisa ondulada, atribuible a los Grau, que añade un cierto dinamismo al conjunto. En el presbiterio bajorrelieve en estuco policromado con la aparición de la Virgen a San Simón Stock y camarín con la imagen de la Titular.

El claustro conventual, anejo a la iglesia, quedó incompleto al producirse la desamortización.

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